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Buñuelos de anís

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Si eres un apasionado de los dulces, hoy te vamos a enseñar un postre azucarado con el que vais a deleitaros en cualquier momento del día: los buñuelos de anís. En apenas media hora los tendrás listos. ¿Te atreves a prepararlos?

Origen de los buñuelos

La romana fue la primera sociedad que comenzó a consumir buñuelos y a continuación la morisca. Estos ciudadanos de medios humildes que vivían en la zona sur de la península ibérica, hacían de vendedores ambulantes de este postre tan típico en Granada y Sevilla especialmente. Más tarde esta especialidad culinaria la adoptaron los gitanos después de la expulsión de los moriscos, y como se puede comprobar, perdura hasta hoy en día.

Receta de buñuelos de anís

Unos buñuelos de anís son la merienda o el postre ideal sobre todo durante los meses de frío, que se pasarán mucho mejor con estos bocados de placeer. Preparados con un agujero en el centro, o «ciegos» como se conoce a los que no lo llevan, lo cierto es que los buñuelos es un plato dulce que gusta a prácticamente todo el mundo. Aprende cómo prepararlos.

Ingredientes

Preparación

  1. En una olla se introduce la mantequilla, la leche, una pizca de sal y el azúcar, teniendo la precaución de reservar un poco de ésta última para decorar posteriormente los buñuelos. A continuación pon la cacerola a fuego medio.
  2. En el momento en que empiece a hervir, se agrega la levadura, la harina previamente tamizada para evitar los posibles grumos, y el anís. Se remueven todos los ingredientes con la ayuda de una cuchara de madera, hasta conseguir una masa lo más homogénea posible. Se retira la olla del fuego y se deja que se enfríe durante un rato.

    Tamiza la harina

  3. En el momento en que la masa ya esté templada, se añaden, uno a uno, los huevos, introduciéndolos poco a poco en la masa, de tal manera que la misma se vaya humedeciendo. Se deja que repose durante una hora.
  4. En una sartén profunda se pone una buena cantidad de aceite a fuego medio. Cuando esté bien caliente se van añadiendo los buñuelos. Para ello, con la ayuda de dos cucharas, se van cogiendo bolas pequeñas de masa y se echan en la sartén. Podrás comprobar cómo la bola se hunde primeramente y después flota.
  5. Cuando ya esté bien dorados los buñuelos, se ponen a escurrir sobre un plato con un poco de papel absorbente de cocina. De esta manera se eliminará el exceso de aceite.
  6. En un plato hondo mezcla canela y el resto del azúcar que habías reservado. Antes de que los Buñuelos de anís se enfríen, se rebozan en la anterior mezcla. Ya tendrás listo este delicioso dulce para servir.

    Reboza los buñuelos en una mezcla de canela y azúcar y sirve

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