Aprende cómo hacer tu propio pan de espelta en tu hogar de una manera muy sencilla, para que puedas disfrutar de un auténtico pan casero.
Origen y beneficios del pan de espelta
Hace casi 7000 años que se originó este cereal. Entre sus numerosas propiedades cabe destacar que contiene menos calorías que la harina tradicional de trigo, que es más fácil de digerir y que es más rico en fibra.
Su contenido proteíco es muy alto y contiene aminoácidos como por ejemplo el triptofano que es muy necesario para el bienestar emocional y mental de las personas. Por otra parte es rico en vitamina E y del grupo B, por lo que sus aminoácidos son mejor absorbidos y tolerados por el organismo.
Receta de pan de espelta
La espelta es un cereal que se puede encontrar hoy en día en formato harina, en la pasta e incluso en la repostería. Hoy vamos a aprender a preparar un riquísimo y sano pan de espelta en tu propia casa. ¡Apunta los pasos!
Ingredientes
- 600 gr. de harina de espelta
- 10 gr. de levadura fresca
- 350 gr. de agua tibia
- 1 cuchara de aceite de oliva virgen extra
- 10 gr. de sal
- 1 pizca de azúcar
Elaboración
- Cogemos un bol grande en el que se mezclarán la levadura, la sal, el azúcar y la harina hasta conseguir una pasta homogénea.
- Después cogeremos la levadura y la disolveremos y activaremos en el agua tibia. Para que este proceso sea más sencillo, habrá que desmigajar la levadura previamente. El agua tiene que estar entre 32º y 38º para que se active de manera correcta. Si está más fría, la levadura no se va a activar y si está más caliente, se va a morir.
- Remueve hasta que se disuelva bien y deja reposar la mezcla durante unos minutos hasta que empiece a burbujear. En la amasadora se añaden los ingredientes secos y seguidamente se agrega la mezcla del agua y la levadura. Deja que amase durante unos 10 minutos. Si no tienes amasadora, deberás hacerlo a mano y dedicar algún minuto más.
- Cuando la masa esté lista se pone a fermentar en un bol engrasado con el aceite de oliva virgen. Mete la masa dentro del mismos en forma de bola. Tapa con film transparente el bol y deja reposar en un lugar cálido durante una hora aproximadamente.
- A continuación amasa de nuevo con las manos y da la forma que desees a tu pan. Deja reposar de nuevo durante 30 minutos en un sitio cálido, tapado con un paño limpio. El pan tiene que aumentar de tamaño.
- Mientras tanto precalienta el horno. Cuando esté listo hornea el pan a 200º durante 30 minutos. Para que quede mucho más rico espolvorea con agua el horno antes de meter el pan, así como a media cocción. Conseguirás una corteza mucho más crujiente. Un pequeño truco para saber si está listo es golpearlo con los nudillos. Si suena huevo estará en su punto. Deja enfrías sobre una rejilla y
et voilà!, listo para comer.
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