Verduras

Pimientos confitados

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Aprende a preparar unos pimientos confitados que tendrás listos en apenas unos minutos y con los que podrás acompañar cualquier tipo de plato desde pasa, hasta verduras o incluso hamburguesas.

Beneficios y origen del pimiento

Esta hortaliza es una verdadera maravilla en lo que se refiere a vitamina C así como una aliada espectacular para la vista y para la piel. Además su sabor y su color harán que tu mesa se convierta en un verdadero espectáculo cuando lo sirvas.

La fibra de los pimientos evita el estreñimiento a la vez que previene el cáncer de colon y ayuda a controlar el colesterol y el azúcar en la sangre. Además es un antibiótico natural muy eficiente y tiene efectos analgésicos. En lo que se refiere a la piel es usado también como bálsamo para las irritadas por herpes o psoriasis.

El pimiento parece ser que procede de América del Sur, lugar en el que se cultivaba antes del 5300 a.C. Los indígenas lo conocían bajo el nombre de chili pero fue Colón quien lo bautizó con el nombre de pimiento ya que pensaba que siendo un condimento más picante que la propia pimienta que ya se conocía en esa época, considero que debía tener un nombre mas consistente.

Receta de pimientos confitados

Usado en infinidad de platos y en especialidades tan regionales como puede ser la paella a la que otorga un toque de olor, es un ingrediente también básico en el pisto vasco, el gazpacho andaluz o la samfaina catalana. Este alimento humilde y muy adaptable es un buen comodín en cualquier mesa y sirve como guarnición de cualquier plato ya sea de carne, de arroz o de pasta.

Su elevado aporte en vitaminas, especialmente en C, hacen que este producto sea uno de los más recomendados a la hora de incluir en cualquier dieta. Esta receta la puedes preparar con pimiento con piel o sin ella, eso dependerá del gusto de cada persona. Hoy vamos a hacerlo sin pelarlo. ¡Toma nota!

Ingredientes

Elaboración de los pimientos confitados

  1. En una sartén que sea antiadherente coloca todos los ingredientes con un poco de aceite. Anteriormente tendrás que haber limpiado y cortado los pimientos en trozos pequeños.

    Lava y corta los pimientos en dados pequeños

  2. Una vez los tengas listo ponlos a fuego suave para que se vayan cocinando poco a poco.  Ve removiendo cada cierto tiempo para que no se peguen durante unos 20 minutos más o menos. En ese tiempo los pimientos deben haber cogido una consistencia muy parecida a la de una mermelada.
  3. Cuando lo tengas listos, puedes servirlos directamente para que cada comensal se los sirva en las cantidades que dese en sus platos, o puedes hacerlo hacerlo acompañando a otros ingredientes como por ejemplo un queso tierno, con lo que conseguirás un apetitoso acompañante de cualquier plato de carne o de pescado.

    Acompañados de un poco de queso fresco resultarán el acompañamiento perfecto para cualquier ocasión

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