Salsa para pollo fácil

¿Te gustaría preparar una salsa para pollo fácil? Esta salsa posee la capacidad de conquistar el paladar, te permite transformar una pechuga de pollo sencilla y simple en toda una exquisitez. Además, esta exquisita receta  no solamente la puedes agregar al pollo, sino que también puedes  combinarla con pasta. A continuación, aquí tienes cómo preparar esta deliciosa salsa.

Algunas partes del pollo disfrutan de un porcentaje levemente menor, tal como las pechugas las cuales  contienen 145 calorías, lo que convierte al pollo en una carne accesible, con una gran fuente de proteínas aportando 22 gramos.

Además uno de sus primordiales nutrientes es que contiene 264 mg de potasio, 212 mg de fósforo, 14 mg de calcio y una cantidad de hierro mínima. También contiene vitaminas del grupo B, esenciales para el excelente funcionamiento del cerebro y el sistema nervioso. También conserva trazas de vitamina D y  vitamina K.

Receta de Salsa para pollo fácil

Ingredientes

• Una cebolla
• Un ajo triturado
• ½ tableta de caldo de pollo
• 100 ml de vino blanco
• 200 ml de nata para cocinar o leche evaporada
• Aceite de oliva extra virgen
• ½ cuchara de maicena
• Una cucharada de cebollino picado
• Pimienta blanca

Elaboración

1. Para comenzar corta la cebolla en rebanadas muy finas y tritura el ajo.
2. Luego, agrega aceite de oliva en el sartén y sofríe el ajo y cebolla por unos 2 minutos aproximadamente.
3. Agrega la tableta de caldo desmenuzado en 100 ml de agua y la media cucharada de maizena y remueve hasta mezclar bien.
4. Anexa el caldo al sartén al igual que el vino blanco.
5. Cocina durante 10 minutos a fuego lento.
6. Añade nata o leche evaporada con una pizca de pimienta blanca, apaga el fuego al haber transcurrido dos minutos.
7. En el caso de que te encuentres en busca de una textura fina, agrega la salsa en la batidora o procesador de alimentos.
8. Al momento de servir es indispensable que espolvorees un poco de cebollino picado para dar el toque final.

Consejos

Colocar sobre una tabla y golpear la carne de manera contundente. La idea es que se utilice un martillo para carne,  sin embargo, en caso de no tener uno a la mano se puede reemplazar por cualquier otro objeto que cumpla con la función tal como una botella de vidrio.

Colocar la pechuga en un recipiente profundo dejándolo marinar con algunos condimentos y salsas como la mostaza, limón y miel.

Otra de las técnicas que se puede utilizar es la del papillote muy reconocida y usada en todo tipo de pescados. Mediante esta técnica se busca el pollo sin que libere la humedad, de esta manera aprovechas todos los sabores, jugos y aromas.